
No, cuerpo,
me calles el alfiler entintado
que perfora el papel.
No le quites el sonido rojo
a la pluma de guacamaya,
porque entonces los cantos
de pájaro herido se confundirán
con el rocío de las hojas
en las que mi mano escribe.
No, cuerpo,
silencies las olas que se estrellan
en las ventanas de mi cabeza,
porque entonces los dedos
dejarán de tejer historias
con hilos de arena.
Cuerpo,
no calles el cuaderno
con susurros blancos.
Si lo haces,
la pureza nupcial de los papiros
se verá mancillada por la indiferencia.
No calles, cuerpo,
estas mis letras
que cuando lo haces,
pareciera que
el líquido tinta se nos pudre en las venas.
3 comentarios:
ME GUSTA MUCHO como escribes, la manera que tienes de hacerte de las palabras adecuadas para expresar cierta fuerza irrebatible, condensada en versos violentos, ideas y emociones que no pueden ser dichas de otro modo. El tono de tu palabra -sobre el papel- aunado al de tu voz -en su lectura viva- son bellos acabados para tu poesía. Sí, es primeriza, se percibe lo nuevo del oficio y la euforia de quien está aprendiendo, sin embargo, caigo en cuenta de la capacidad que existe y la facilidad que la encausa.
Si quieres puedes revisar mi blog www.ugranados.blogspot.com Un abrazo. TE QUIERO.
"Si quieres, puedes revisar mi blog" no tiene ninguna intensión de soberbia. Sólo quería hacer notar que no lo has visto.
Pffff mi hermano dejó abierta su cuenta. Bueno... Adiós.
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